jueves, 13 de junio de 2013

Día +365: Un año después.

Sí. Hace hoy un año que pasé por quirófano. Y hoy, 365 días, 37 Kilos y muchas experiencias después, me pregunto.... ¿Valió la pena?

Sí, sin dudarlo, Fue duro al principio, por supuesto. Pero eh, quien algo quiere, algo le cuesta. ¡Y yo quería mucho!

Ahora he sacado en positivo mucho más que una bajada de peso. He aprendido a comer como Dios manda, algo que, aunque parezca increíble, no había aprendido en 34 años. He redescubierto las bondades del ejercicio físico, que ha vuelto a mi vida, y esta vez para quedarse; y he recordado lo mucho que se disfruta la vida de más cuando uno se siente bien.

Esto os lo cuento porque he decidido dejar de actualizar el blog.

Seguiré por aquí, desde luego. Siempre que alguien tenga una duda o quiera comentar algo, sólo tenéis que dejarme un mensajito en el blog, los contestaré en cuanto pueda. Pero... reconozcámoslo. Llevo un mes sin actualizar, porque realmente no tengo nada que decir. Los cambios en mi vida siguen, pero son los mismos que implanté en su momento y no hay nada nuevo. Voy a seguir cuidándome y adoptando los buenos hábitos que he adquirido, pero desde hace tiempo mi vida ya no gira en torno a la intervención.

Ha sido un proyecto bonito. Le he puesto mucha ilusión y creo que no ha quedado mal del todo. Espero haber podido ayudar a alguien, y que estas entradas que van a quedar por aquí ayuden aún a más gente. Pero es hora de enfocarse en otros aspectos de mi vida.

Detesto las despedidas, así que lo dejo aquí. Un saludo a tod@s los que hayáis leído o vayáis a leer estas entradas. Y mucho ánimo a los que vayan a comenzar su propia vida nueva.

martes, 14 de mayo de 2013

Día +334: Más papista que el Papa.

Revisión con la Enfermera del endocrino. No nos habíamos visto desde diciembre; en ese momento, yo estaba en 99 Kg. Ayer, la báscula marcó 91,600 Kg. Oh yeah.

Mi índice de masa corporal está en 36,2. Si pensamos que hace hoy 11 meses estaba en 55, y que se considera saludable entre 20 y 25, poco más o menos ... ¡Podemos decir que estoy más cerca de mi peso ideal que del que tenía cuando empecé!

Además, me han sacado de un error que llevaba tiempo cometiendo. Últimamente tenía la sensación de tener hambre todo el día; me ponía a comer y me llenaba en seguida, pero al poco rato volvía a tener sensación de hambre. ¿Sabéis lo que pasa cuando se come comida china? Pues algo así, pero todo el día. Y resultaba de lo más enervante.

Cada vez que voy a la consulta, repasamos mis últimas comidas, y dimos con el porqué. Resulta que estoy comiendo verdura, proteínas, fruta... Pero poquísimos hidratos de carbono. Vamos, que me estoy hartando a ensaladas, pero que debería meterle un poco de arroz o patata hervida.

Reconozco que me había descuidado en ese sentido. Como ahora está llegando el calor (Por fascículos, pero va llegando), cada vez apetecen más caldos frescos, ensaladas, platos ligeros... pero hay que recordar que un porcentaje diario de los nutrientes tienen que llevárselo los hidratos de carbono, y en algunos casos puede llegar al 50%. Con mi afán de adelgazar más rápido, no estaba llegando ni al 30. Por eso andaba todo el día con el estómago rugiendo.

Y para muestra un botón. Ayer, como la consulta fue casi a las 8 de la tarde, al salir nos fuimos a cenar. Y me acabé tomando 3 trozos de pizza. Vale, no fue lo más sano del mundo. Pero el hambre ha desaparecido. Y hoy, que he comido 4 patatitas hervidas con 2 huevos cocidos, me he quedado como Dios.

Debo recordar no ser más papista que el Papa. Se trata de adelgazar, sí, pero de manera saludable. No se trata de adelgazar 3 Kilos en una semana para luego recuperar 4. Eso me ha pasado muchas veces y no quiero repetirlo.

domingo, 28 de abril de 2013

Día +318. Con azúcar y canela



Los que estéis pasando por esto ya lo sabréis; a los que estéis a punto de hacerlo, os aviso. A partir de la operación, cada vez que comáis algo delante de la gente os van a preguntar si podéis comer "eso" que os estáis comiendo justo delante de ellos. Es algo que con el tiempo, llega a hacerte hasta gracia... ¿No ves que me lo estoy comiendo, alma de cántaro?

Sobre todo, os pasará si os coméis algo dulce o calórico. El otro día, mi chico hizo un pudding de plátano que estaba para chuparse los dedos, y se me ocurrió llevar un poco al trabajo, para que comiéramos todos. Y hubo una compañera que me preguntó si yo podía comer eso, y más aún, si debía. 

Me lo preguntó mientras las dos estábamos comiendo, así que la primera pregunta quedó respondida. Vamos, creo yo. 

La segunda... a ver, no es que no deba. Es que no debo hacerlo todos los días. Pero es algo de cajón, ¿no? Cuando estás a dieta, no te comes un pastel diario. Y yo ahora estoy a dieta perpetua. Sin demasiado esfuerzo, pero a dieta perpetua. 

Pero de vez en cuando, sí me permito un dulce. No mucho, ni muy a menudo. Pero algo sí. Una onza de chocolate, un flan, unas galletas... Desde luego no lo de antes, cuando me podía comer media tableta de chocolate de una sentada. Pero no puedo estar toda la vida a base de ensaladas y pescado hervido; ¡A ver quién soporta eso!

Tras esta reflexión, me voy a desayunar. Y como hoy es domingo, voy a comerme una torrija que hicimos ayer. Al horno, para que no sea tan calórica. Y sólo una. Pero eso sí, con azúcar y canela. 

jueves, 11 de abril de 2013

Día +301: Buscando en el baúl de los recuerdos




Madre mía, día +301 ya. Impresionante.

Sigo en 94 kilos, pero mi volumen es considerablemente menor. Tanto que ayer me pude poner un pantalón de la talla 52 que llevaba como 6 años sin poder ponerme. Pensar que empecé llevando una 58 ó 60...

Tengo en casa un baúl y como 3 ó 4 maletas llenas de ropa que no podía ponerme. Como detesto comprarme ropa, tiendo a guardar toda la que ya no me queda bien, por si algún día puedo volver a utilizarla. Sí, está bastante pasada de moda, pero un par de vaqueros o unos pantalones negros son intemporales.

Como llevo toda la semana muy liada, no había tenido tiempo de recoger y doblar la ropa que he ido lavando, así que ayer me encontré sin nada que ponerme. Pero me acordé de mi viejo baúl, y rebusqué un poco en él. Et voilà... Unos vaqueros y una camisa negra que me pude poner. Tras plancharlos un poco, claro.

Suerte que guardé toda esa ropa, no tengo dinero ni tiempo para ir de tiendas cada mes. Pero ahora me siento como si volviese a estrenar ropa nueva. Y la verdad es que la sensación me encanta.

jueves, 28 de marzo de 2013

Día +287: De vuelta a los líquidos



Que no cunda el pánico. Llevo un par de días a líquidos, pero no por mi estómago, ése funciona como es debido en condiciones normales. ¡Ojalá pudiese decir lo mismo de mi boca!

Os explico. La cosa se remonta a hace ya unos años, cuando me partí una muela un día que fuimos a comernos unas costillas entre mi chico y yo (ahora que pienso en ello, me parece otra vida, pero ésa no es la cuestión). Fui a arreglármela, pero en la conocida clínica dental en la que me lo arreglaron me hicieron poco menos que una chapuza.

Cambié de odontólogo, y me solucionó el problema poniéndome una corona. El problema es que, a medio tratamiento, delegó mi caso en la otra profesional de la consulta, que, a mi entender, debía acabar de salir de la facultad. La muchacha lo hizo lo mejor que supo... o eso creía yo, porque acabó dejándome el diente para el arrastre. Desde entonces he estado luchando contra infecciones, abcesos... y el martes, al final, perdí la batalla y tuvieron que sacarme la muela. Me da rabia, más que nada porque llevaba más dinero invertido en ella que en el resto de mi boca (Y creedme, es mucho) pero es lo mejor que me podía pasar.

Pero claro, no puedo ir con la herida recién abierta y zamparme un chuletón (como si pudiera, jajajaja). Debía tomar una dieta blanda y fría, así que desenterré los tres o cuatro batidos que aún tenía mpor casa y ésa fue mi comida del día. Tuvo gracia, porque recuerdo esos primeros días en los que tardaba dos horas en despachar un batido si es que lograba, y ahora me los bebía en 10 minutos. ¡Quién me ha visto y quién me ve!

Pero surgió otro problema: no han podido cerrarme la herida del todo con puntos porque tengo que drenar el pus que se me había acumulado, y además me han dado un antibiótico para tomarme esta semana, hasta el martes que vaya a quitarme los puntos. Y... ay. Ahora ya puedo decir que tengo una intolerancia gástrica a un medicamento. ¡Me hizo polvo! Ayer por la mañana acabé en el PAC con un Primperán pinchado en el culo y con las mismas fuerzas que un caracol tetrapléjico. Entre el dolor de tripa, las náuseas y los mareos, no pude ir ni a trabajar. Y la c omida... ¡Ja! Apenas podía retener nada que pasase de un simple caldo.

Me han cambiado el antibiótico y ahora estoy mejor. No puedo correr una maratón, pero al menos no me canso a los diez minutos de levantarme del sofá. Y hoy ya he comido sólidos, aunque blanditos. Así que en un par de días, a hacer vida normal. ¡Y a ahorrar para ponerme un implante, que aún soy muy joven para ir desdentada por la vida!

lunes, 18 de marzo de 2013

Día +277 Ojalá que NO llueva café

Casi un mes sin actualizar. ¡No tengo perdón! En mi defensa diré que he estado genial, así que... para decir "Día XXX, sin novedad", pues...

Nueve meses ya desde la intervención. Peso de hoy: 94,500 Kg. Como véis, sigo en la fase de adelgazamiento sin prisa, pero sin pausa. Sólo me quedan 14 Kg. para lograr el primer reto que me he impuesto, estar en 80 kilitos para el mes de junio. ¡No pierdo nada intentándolo! Salvo peso, claro...

Por contaros algo, os comento algo muy curioso que me he dado cuenta de que me pasa cuando hago algo que me encanta: tomar café.

Al contrario de lo que puede parecer, no soy excesivamente cafetera. Sí, me gusta tomar café en el desayuno para espabilarme, y a lo mejor otro a media mañana en el trabajo, cuando tengo turno de mañana. Si no, no suelo tomarlo. Y si un día me apetece tomar zumo de naranja en lugar de café para desayunar, no pasa nada, sigo rindiendo, aunque quizá bostece algo más que de costumbre. Además, desde la intervención tomo el café descafeinado, así que tampoco veo tanta diferencia.

Alguna vez sí que he tomado el café con cafeína, sobre todo en momentos en que necesitaba estar más despejada; por ejemplo, no sé, si tengo mucho sueño y tengo que conducir. Pero muy poco. Y sí que me he dado cuenta de que el café con cafeína me sienta peor. Pero bueno, eso tampoco es de extrañar.

Lo curioso es que el café me sienta mejor o peor según la marca o el formato.

Me explico. Yo tengo una cafetera de cápsulas en casa, y en el curro tenemos otra pero de una marca diferente, así que tengo dos clases de cápsulas. Las que tomo para casa no me dan ningún problema, sea cual sea la variedad (Aunque siempre sean descafeinados). En cambio, las cápsulas de la cafetera del trabajo, salvo una marca concreta, me sientan como una patada.

Y por la misma regla de tres, el café soluble, incluso con cafeína, me sienta bien; sin embargo, aún no he encontrado una cafetería en la que hagan un descafeinado de máquina que no me reviente el estómago.

Reconoced que lo de las cápsulas es curioso. Pero en fin, al menos tengo suerte de que en casa puedo tomar café del que me va bien. Para el resto del día... eh, una buena infusión también está muy bien. Incluso puedo calentarme el agua con la cafetera del trabajo, y tengo por ahi cápsulas de manzanilla, menta poleo, té con limón... que no me dan problemas, para cuando me quedo sin mi infusión del buen humor.

Así que nada, mejor que no llueva café. Y si llueve... ¡¡mejor que sea del de la marca que tengo en casa!!

viernes, 22 de febrero de 2013

Día +253: De paseo por el WC



Reconozco que hablar aquí de mis hábitos intestinales me da un poco de corte. Pero eh, a estas alturas, ya no voy a andarme con miramientos. ¿no?

Llevo casi una semana muy estreñida. Mucho, mucho. Después de una gastroenteritis, no es raro andar un poco estreñido, pero no tanto. Y como antes de operarme, el estreñimiento era desconocido para mí, lo llevo fatal. Pero bueno. como lamentarse no sirve de nada, voy a buscar soluciones.

Antes de que sigáis leyendo, una advertencia. Un estreñimiento súbito y prolongado tras un sleeve gástrico puede ser signo de obstrucción intestinal, sobre todo si se acompaña de dolor o distensión abdominal y, sobre todo, de sangre en las heces. Sobre todo si lleváis poco tiempo intervenid@s, por favor, antes de hacer nada consultad a vuestros médicos.

Yo ya llevo varios meses intervenida y creo conocer la causa, porque últimamente he bebido poquísima agua y demasiado té. Así que antes de hacer nada, voy a beber más agua y menos té. Si aún así sigo estreñida, buscaré un remedio.

Antes de ir a la farmacia a buscar laxantes o de consultar al médico, voy a probar con remedios más naturales. Como siempre, he echado mano de www.remediospopulares.com y he encontrado todo esto.


Remedio para el estreñimiento #1: Frotarse el vientre con aceite de oliva en movimientos circulares, siguiendo las manecillas del reloj. (Éste me mata, pero eh, si aún no puedes tomar casi nada, vale la pena intentarlo :P)

Remedio para el estreñimiento #2: Tomar todos los días un par de cucharadas de pulpa de aguacate mezclado con  miel.

Remedio para el estreñimiento #3:  Comer papaya todos los días preferiblemente durante la mañana.

Remedio para el estreñimiento #4: Ingerir un vaso de agua tibia  justo al levantarse  y seguidamente tomar un desayuno a base de fruta fresca, cereales integrales y lácteos (preferentemente desnatados). Para estimular aún más los movimientos del intestino, se recomienda luego caminar un poco por casa.

Remedio para el estreñimiento #5: Sustituir pan blanco por el  integral. (¬_¬)

Remedio para el estreñimiento #6: Tomar una infusión malva en ayunas diluido en un vaso de agua tibia.

Remedio para el estreñimiento #7: Comer ciruelas pasas en la mañana las cuales deben ser puestas en un vaso de agua en la noche anterior para que se diluyera el azúcar.

Remedio para el estreñimiento #8: Tomar una maceración de semillas de lino el cual tiene excelentes propiedades laxantes. Para ello, se debe echar 2 cucharadas de semillas de lino en una taza de agua caliente y dejarlo reposar durante 12 horas, macerando. Una vez pasado ese tiempo, se mejora el gusto con un poco de limón o miel.  Se recomienda tomarlo antes de acostarse en la noche.

Remedio para el estreñimiento #9: Añadir a un yogurt natural (en lo posible hecho en casa) 1 cucharada de semillas de lino.

Remedio para el estreñimiento #10: Cocer litro y medio de agua con 50 g de pasas, 50 g de higos secos y 50 g de cebada.  Agregar 15 g de regaliz troceado y tapar el recipiente durante la noche.  Después, colar y tomar una cucharada cuando lo crea conveniente.

Remedio para el estreñimiento #11: Extraer el jugo de dos naranjas y añadir dos cucharadas de aceite puro de oliva. Mezclar y tomar preferiblemente en la mañana.

Remedio para el estreñimiento #12: Comer una pera cruda con cáscara en ayunas.

Remedio para el estreñimiento #13: Rallar las raíces y las partes bajas de los tallos de apio, mezclarlo con aceite de oliva y sal en una batidora. Tomar una cucharada en ayunas y otra antes de acostarse.

Remedio para el estreñimiento #14: Consumir de 2 ó 3 damascos, acompañados con abundante agua, por la noche, una hora antes de irse a acostar, y luego por la mañana en ayunas.

Remedio para el estreñimiento #15:  Elaborar todos los días una ensalada de col a la cual se añadirá un poco de aceite de oliva. Consumirla preferiblemente por la mañana. La col tiene gran cantidad de fibra insoluble que estimula el movimiento de las paredes intestinales e incrementa el tamaño de las heces lo cual facilita su evacuación.

Remedio para el estreñimiento #16:  Moler dos partes de semillas de psilio (se adquieren en las farmacias botánicas) con una parte de lino y una parte de salvado de avena. Mezclar los ingredientes con agua y comerlo como una papilla alrededor de las nueve de la noche.

Remedio para el estreñimiento #17:  Mezclar 2 cucharaditas de cáscara de llantén en polvo en una taza de agua. Tomar inmediatamente y, a continuación, beber un vaso de agua. El llantén aumenta el volumen de las heces.

Remedio para el estreñimiento #18:  Realizar duchas circulares diarias en el vientre con agua caliente durante cinco minutos.

Remedio para el estreñimiento #19:  Aplicar compresas de arcilla sobre el vientre durante 20 minutos.

Remedio para el estreñimiento #20: Macerar toda la noche 3 cucharadas de semillas de lino, 2 de raíz de malvavisco y un puñado de llantén mayor. Al día siguiente, colar bien,y tomar una taza en ayunas y otra antes de acostarse acompañando de mucha agua.

Remedio para el estreñimiento #21: Hervir, durante 5 minutos, 2 cucharadas de hojas de acelga en una taza de agua.   Tomar una taza diaria antes de dormir.

Remedio para el estreñimiento #22: Hervir un puñado de hojas de melocotón en un litro de agua por 10 minutos. Beber 3 tazas al día.

Remedio para el estreñimiento #23: Verter en una taza de agua hirviendo 1 cucharada de hojas de sen, 1 puñado de semillas de hinojo y 1 cucharada de flores de manzanilla.  Tapar y dejar reposar por 10 minutos.  (Usad este remedio sólo de manera puntual, ya que las hojas de sen pueden causar cólicos intestinales)

Remedio para el estreñimiento #24: Mezclar, en una taza de agua que esté caliente, una cucharada de linaza, media cucharada de miel y 4 gotas de aceite de oliva.  Tapar, dejar reposar y tomar una taza después de la cena.

Remedio para el estreñimiento #25: Verter en una licuadora, previamente lavada y picada, 1 pera mediana, 1 plátano mediano y 1 1/2 cucharadas de linaza cruda.  Batir por unos instantes. Tomar un vaso cada tres días.  Este remedio es muy eficaz ya que la linaza es muy rica en fibra lo que facilita el proceso de eliminación de las heces.

Remedio para el estreñimiento #26: Machacar los nervios centrales de 4 hojas de lechuga y luego mezclar con 2 cucharadas de aceite de oliva.  Tomar esta preparación medio hora después del desayuno.

Remedio para el estreñimiento #27: Cocer 2 tamarindos en agua y luego dejar reposar por 2 horas.   Deshuesar los tamarindos y licuar con el agua de cocción.  Beber un vaso fresco de este jugo en ayunas.

domingo, 17 de febrero de 2013

Día +248: Asados y más asados

Sí, sigo viva. Me ha costado un mundo pasar esta semana, pero ya me encuentro mejor, Mañana incluso volveré a la piscina, que ya tengo ganas.

Una de las preguntas que me hacen más a menudo es qué me sienta bien y qué no. De momento, como casi de todo, aunque lo que peor me sienta son los picantes y las comidas a la plancha. Así que procuro evitarlos, y como la comida hervida nos parece muy sosa, nos hemos decantado por usar mucho el horno.

Esta semana nos ha llegado el horno nuevo. Llevábamos ocho años usando el que había cuando nos mudamos, y el pobre ya no daba más de sí, sobre todo con la tralla que le estábamos dando últimamente. Así que hemos aprovechado y hemos comprado uno que pueda aguantar el traqueteo que vamos a darle (y que no gaste mucha energía, que eso también importa).

Lo estrenamos ayer por la noche, porque estaba empezando a comer sólidos y pensé que un poco de pollo nos sentaría bien a los dos. E hicimos esto...

No os asustéis, que no nos lo comimos todo de una sentada... Nos dio para comer al día siguiente, y el perro se dio un festín con la piel :P

Ahora que ya tenemos material en condiciones, nos vamos a hartar a comida al horno. Y para muestra, ved la coca de trampó que acabo de hornear para unos amigos que vienen a merendar esta tarde...

Como se dice aquí... Bon profit!

miércoles, 13 de febrero de 2013

Día +244: Pupa, segunda parte

Vaya invierno que llevo con las gastroenteritis. Y esta vez me ha dado fuerte. Se me ha juntado con un pequeño catarro, con la menstruación y con una semana de turnos heavy en el curro. Traducción: Estoy hecha unos zorros. Y aún estamos a miércoles. Ay.

En fin, aguantaremos con mis sopitas, mis manzanillas y mis Aquarius. Si llego con vida al fin de semana, os informo.

viernes, 8 de febrero de 2013

Día +238: Viajar con el corazón... o con el estómago...



San Valentín nunca ha sido mi fiesta favorita. El significado es precioso, pero está demasiado monopolizado por las grandes cadenas. ¿Qué tiene que ver el día de los enamorados con una rebaja en una tienda de electrónica?  Pero en fin.

Mi chico y yo lo celebramos a nuestra manera. No nos hacemos grandes regalos (Para eso ya tenemos el resto del año) pero sí aprovechamos para salir a cenar fuera, por ejemplo. Aunque no ese día, quizá el de antes o el de después, cuando no está todo lleno de parejitas acarameladas.

Eh, el amor nos gusta, pero cuando lo bueno es mucho, empalaga.

A los dos nos gusta mucho la comida internacional. Sobre todo nos chifla la oriental. Luego tenemos nuestras divergencias, claro; a él le gusta más que a mí la comida italiana, y a mí mucho más la hindú.

Ah, la comida hindú. Reconozco que el curry me encanta, pero... Ay, qué mal me sienta, sobre todo de un tiempo a esta parte. Y eso que, cuando lo hago en casa, lo preparo muy poco picante, porque lo hago con nata, frutos secos... y me queda muy suave. Pero claro, también es potentísimo, además de una bomba calórica. Por eso he ido dejando de hacerlo, porque comer curry a mediodía me garantiza que no voy a cenar. ¡A las 10 de la noche sigo con el curry en la garganta!

Con la comida italiana tengo más suerte. A mi gente le gustan mucho mis canelones y mis lasañas, y además intento que no sean demasiado potentes. Algún día os pasaré la receta de mis canelones de colores...

La que mejor nos va es la oriental, sobre todo la japonesa, que tiene muy pocas frituras y no está excesivamente especiada. La tailandesa también nos gusta, pero el picante no me sienta especialmente bien. Y hace muchos años que no pruebo comida africana, pero más por la falta de disponibilidad de buenos restaurantes que por la comida en sí. Aunque me han dicho que hay uno bastante decente en Santa Catalina. Habrá que investigarlo.

Aún estamos decidiendo dónde cenaremos este año. ¡Aceptamos sugerencias!

PS: Este post está dedicado a mi compi, que hace una semana pasó por el quirófano (Ay, cómo recuerdo cómo estaba yo en el día +7...) y que además celebró su cumpleaños esta semana. ¡Ánimo, muchas felicidades y suerte con esos batidos!

sábado, 26 de enero de 2013

Día +225: ¡Rebajas time!






Tenía que llegar el momento. Toda la ropa que tenía de años pasados se me cae; era hora de ir de compras. ¿Y qué mejor momento que en época de rebajas?

Una cosa que debéis saber sobre mí: Detesto comprarme ropa. Si, subrayado y todo. ¿Sabéis los sufridos maridos/novios/padres/hermanos que pululan por las tiendas de ropa con gesto de aburrimiento mortal mientras su acompañante de turno se prueba prenda tras prenda? Pues yo me siento más como ellos que como la que está en el probador. Me aburre soberanamente probarme camisa tras camisa o pantalón tras pantalón.

Y como no me gusta, procuro acabar lo antes posible. No soy de las que se recorre el centro comercial buscando la tienda perfecta, ni de las que entra en el probador con diez prendas en la mano para llevarse sólo una. Yo tengo una o dos tiendas cuyo estilo me gusta, que tienen mis tallas y que no están mal de precio, así que voy a tiro hecho: Aquí la ropa interior, aquí la exterior, aquí los zapatos. Pim, pam, pum, listo.

No sé por qué me aburre tanto. Quizá porque varias veces me he pasado horas interminables buscando ropa de mi talla que no parezca de abuela de ochenta años yendo a enterrar a su marido. Antes de operarme, según el fabricante, usaba una talla 58/60, o una XXXL. ¡Eso no se encuentra en cualquier parte!

Al menos hasta ahora. Me  he comprado dos pares de pantalones de la talla 54, y uno de ellos me está hasta amplio. Las tres camisas, lo mismo, tallas 52 y 54. Y el traje de baño para evitar exhibicionismos en la piscina, talla XL.

Desde luego, estoy lejos de comprarme la ropa en el Bershka (Que tampoco es mi meta, porque no me gusta nada esa ropa), pero no vamos mal. Reconozco que esta vez hasta me he divertido un poco en el probador. Y espero divertirrme más cuando me compre la ropa de verano, Pero eso ya será en las rebajas de julio.

domingo, 20 de enero de 2013

Día +219: Canciones, fuego y hielo (o casi)



Perdonadme esta semana de ausencia. La gastroenteritis me dejó hecha pedazos y no tenía ni ganas de escribir. Pero bueno, ahora ya ha pasado, y me quedo con lo bueno... Perdí 2 Kilos en 2 días, jajajaja. Ahora estoy en 98'800 Kg. ¡Al menos ya no tengo la pena del kilo que gané en Navidad!

Si mi madre pensaba que la Navidad empezaba el 22 de diciembre, yo creo que, en Palma, acaban hoy, 20 de enero. Hoy es el día de San Sebastíán, patrón de la ciudad, y hasta mañana no se retira una sola luz navideña de las calles. ¡Podemos decir que son de las Navidades más largas del país!

Como es lógico, se celebran multitud de actos por toda la ciudad, aunque la crisis y la mala gestión (Aunque ésa es otra historia...) lo han menguado todo mucho, Pero aún sigue habiendo conciertos gratuitos en muchas plazas del centro en la noche del 19 al 20, y es costumbre escucharlos desafiando el frío reinante y la lluvia (casi siempre llueve en estas fechas... es lo que pasa por tener las fiestas en enero, jajaja) comiendo carne a la barbacoa. En todas las calles puedes ver que muchos bares sacan una pequeña barbacoa a la calle y hacen barbacoas en la misma acera (Torrades, que les llamamos aquí). También el ayuntamiento hace sus fogatas: la foto de arriba es de la que hacen en la Plaza Mayor (Aunque creo que la foto es del año pasado, os hacéis una idea). Lo normal es ir de plaza en plaza, porque están muy cerca, abrigado hasta las cejas y con tu trozo de pan con lomo o panceta para entrar en calor.

Imaginad lo que es para una persona con un Sleeve gástrico, que además acaba de salir de una gastroenteritis, salir a la calle y oler a barbacoa por todas partes. ¡Estas cosas sólo me pasan a mí! Al menos no he tenido la tentación de ponerme morada a chorizo a la parrilla, que me chifla, pero el año que viene pienso resarcirme y comerme al menos uno.

Bueno, cuando me encuentre algo mejor, mi chico y yo nos iremos de barbacoa, prometido. Ya os contaré cómo me sienta.

domingo, 13 de enero de 2013

Día +212: Pupa...

Vaya fin de semanita que llevo por culpa de una gastroenteritis. Ya el viernes por la tarde empecé con dolor de estómago, diarrea y náuseas; la merienda salió por donde entró, y la cena se quedó porque sólo tomé un poco de caldo. Y ayer estuve todo el día hecha una braga, sin fiebre pero destemplada como yo sola. Obviamente, de ir a la piscina ni hablar. ¡Si apenas me tenía en pie!

Como anoche ya me encontraba mejor e incluso cené un poco de arroz hervido con pollo, hoy he ido a trabajar. De momento mi estómago aguanta, pero tocaremos madera. Por si acaso.

viernes, 11 de enero de 2013

Día +210: Glub glub


Llevaba sin ir a natación... ¡Lo más grande! Pero mi chico y yo por fin nos hemos puesto de acuerdo: Yo iré a una piscina municipal (Por suerte, en Palma hay unas cuantas bien equipadas) mientras él, que se aburre horrores nadando, irá a las salas de máquinas contiguas. 

Ayer fue nuestro primer día... en el que he aprendido que no debo ir a la piscina a esa hora, jajajajaja. No es que estuviera mal, pero la mayoría de carriles de la piscina estaban reservados a las clases de natación infantiles, y el resto, claro, estaban a reventar. Entre eso y que el bañador se me ha quedado grande, lo que hacía que de vez en cuando se me saliera el pecho... ¡No veas la juerga! Pero bueno, siendo positivos... ¡Hora de rebajas! 

La verdad, aparte de esas tonterías, me encontré genial. Aún recuerdo que la última vez que fui, apenas aguantaba 20 minutos nadando a un ritmo decente. Ayer, tras 20 minutos apenas estaba cansada. Eso sí, luego llegué a casa y me dormía por los rincones... ¡Es lo que pasa al llevar toda la semana madrugando!

Pues nada, de momento hemos empezado haciendo 30-40 minutos cada 2 días. Luego iremos subiendo. Y si os soy sincera, ¡Qué ilusión me hace!

miércoles, 9 de enero de 2013

Día +208: Minitropezón



Revisión con el endocrino. Peso: 100,400 Kg, he subido 700 gramos estas fiestas. Uy.

Me lo imaginaba. Me he portado fatal estas fiestas. Aunque... ¿Quién no? Todos andamos para el 6 de enero con la comida saliéndonos por las orejas. Y a mí, que se me sale por las orejas con sólo mirarla, ¡Qué os voy a contar!

Pero bueno, el endocrino no le ha dado ninguna importancia, así que tampoco se la voy a dar yo. Llevo toda esta semana portándome bien, y lo que me queda. Porque además, el lunes al final mi chico se puso a dieta conmigo, e intentamos comportarnos como Dios manda.

Bueno, sí, lo intentamos. Ayer acabamos pidiendo comida china... Y menos mal, porque hoy el médico me ha atendido con retraso y he salido de la consulta sólo 20 minutos antes de empezar a trabajar. ¡suerte que tenía en una fiambrera lo que debería haber sido mi cena de anoche!

Lo que sí me preocupa un poco es que, al parecer, tengo una alarmante carencia de vitamina D. Pero bueno, sin alarmas. El médico me ha cambiado el multivitamínico (y van...) y me ha aconsejado que empiece a tomar leche enriquecida con calcio y vitamina D. Y hasta dentro de 6 meses, que me tendrán que sacar una nueva analítica (tendrán que sacarme 12 tubos. Yupi ¬¬) y me pedirá una densitometría ósea.

Bueno, sin paranoias. No iba a estar perdiendo peso toda mi vida, y me imaginaba que algo así podría pasar. Teniendo en cuenta que el año pasado, en Navidades engordé 5 Kilos, tampoco lo he hecho tan mal, ¿verdad?