sábado, 30 de junio de 2012

Día +16: La calma tras la tormenta

Ayer me tomé mi primer puré de verduras: Andaba un poco aprensiva, así que empecé con un preparado de farmacia que toleré bien, pero que no sabía a nada. La verdad, decepción total. Está bien que las cosas me sienten bien, pero si no me termino la comida de puro asco, ¿Qué gracia tiene?
Por la tarde, a la hora de la merienda, quise intentar darme un capricho para compensar y me tomé media tarrina  de las pequeñas de queso fresco. Oh oh... mala idea. Me sentó fatal. No llegué a vomitarlo, pero me dio una tardecita que no veas.
Eso no quiere decir que no deba tomarlo más, ni que deba tomarlo hasta que me siente bien. Lo que te aconsejan es esperar un par de días y volver a intentarlo en otro momento del día. Seguramente, esperaré al lunes o así y me lo tomaré por la mañana. A ver qué tal.
Como el puré me esperanzó, hoy he ido a comprar un puré al súper. Encontré uno de pollo con verduras que ya estaba hecho, viene en raciones individuales y sólo había que calentarlo, y decidí probarlo.
Sé que os estaréis preguntando "¿Y por qué no lo haces en casa?". Las razones son fundamentalmente dos. Primero, no quiero gastarme 10 euros en hacerme un puré consistente en casa que después voy a vomitar. al menos, no hasta estar segura de que va a quedarse dentro de mi cuerpo. Segundo, a mi marido no le gustan los purés y bastante paciencia está teniendo ya con mi dieta, así que tendría que hacérmelos para mí sola, y reconozco que me da mucha pereza.
Como os decía, probé el puré... ¡Oh, manjar de dioses! Era de lo más simple, pero... ¡sabía a pollo! Ya no me acordaba lo que era el sabor a pollo... Puede parecer una tontería, pero os reto a dos semanas largas a base de zumos y batidos de chocolate, veremos si no os apetece el pollo después.
Y lo mejor de todo: me está sentando de maravilla. si sigue así, ya tengo comida adjudicada para los próximos días. Por suerte, no soy una persona que se canse pronto de un tipo de comida concreto; así que para cuando me canse, con suerte ya podré tomar algo más consistente. Cruzaré los dedos.

viernes, 29 de junio de 2012

Día +15: Recomendaciones dietéticas, 2ª parte

Éstas son las páginas que me dio ayer la enfermera de Endocrinología, para empezar mi dieta pastosa. Personalmente encuentro más claras las otras, pero éstas ofrecen detalles más importantes. Por ejemplo, que aún tendré que esperar para tomarme mi cafelito matutino...

Hoja 6
Hoja 7

jueves, 28 de junio de 2012

Día +14: Mmmmm... queeeesoooo...

Hoy tocaba revisión con la enfermera de Endocrinología. Ya hace 2 semanas, quién lo diría. Le he estado explicando que tengo bastante dificultad para tomarme los batidos de proteínas, y entre el endocrino, ella y yo, hemos decidido que podemos pasar ya a la 2ª fase: la dieta en purés.

A partir de hoy puedo empezar a tomar purés, aunque bastante licuados. Verduras, un poco de carne... también yogures desnatados, no había tomado ninguno hasta ahora, y la verdad es que empiezan a apetecer. Y lo que es más importante, al menos para mí: ¡Puedo tomar queso fresco! Eso sí, desnatado, pero lo echaba taaaanto de menos... ¡No veo la hora de ir a comprarlo!

Tenía muchas ganas de empezar a cambiar de dieta, la verdad. Estaba bastante harta de tanto dulce, y un puré salado es lo que más me apetece ahora. Me considero una persona golosa, pero todo tiene un límite, y dos semanas casi a base de dulce empalagan a cualquiera. 

La noticia no tan buena es que tengo que empezar a tomar vitaminas; de momento, dos comprimidos diarios. Como si no tomara suficiente medicación. En fin, es por mi bien, supongo. Además, confío en poder empezar a reducir el resto de comprimidos dentro de poco. 

No he bajado de peso en estos 4 días, sigo en 120 kilos. Supongo que me emocioné cuando empecé tan rápido, ahora tengo que tener paciencia. Tengo meses y meses para perder peso, ¿para qué correr? Estas cosas, despacito y bien. 


domingo, 24 de junio de 2012

Día +10: No soy sólo estómago.

Primera vez que me peso en casa desde la intervención: 120 Kilos. 8 Kilos en 10 días. Oh yeah.

Ayer me di un paseíto por urgencias, porque una faringitis me estaba provocando muchas náuseas y no estaba segura de qué podría tomar para aliviarme. Pero tranquilidad, que todo va bien. Sólo tengo que tomar más agua (?) y tomarme un ibuprofeno de vez en cuando.

El título viene a que, al encontrarme mal, pensé en ir al PAC, porque realmente era una cosa bastante banal. Sin embargo, cuando vio los antecedentes, el médico de urgencias me derivó directamente al hospital sin siquiera mirarme la garganta. Total, dos horas de espera en el hospital para mirarme la garganta, diagnosticarme la faringitis y mandarme a casa. La cara del enfermero de urgencias cuando se lo contaba fue antológica.

En fin, espero que no sea siempre así. Como dentro de un año me manden al hospital cuando tenga, yo que sé, una erupción en un brazo, la cosa va a ser cachonda.


viernes, 22 de junio de 2012

Día +8: El primer mal día.

Bueno,no es que haya sido un día malo malo, es que he tenido mi primer problema desde que selí del hospital: Ayer apareció el temible dumping.

Recordáis lo que es, ¿verdad? Y si no, creo que está en las páginas de recomendaciones dietéticas. Pues ayer no sé si es que bebí demasiado,que por primera ver introduje un alimento diferente en la dieta (Un poco de caldo. Después de tanto dulce, necesitaba algo salado) o que simplemente el batido de proteínas de la cena me sentó mal. Pero me pasé casi tres horas con vomitona. Añadidle a eso el que soy de náusea fácil, pero de vómito difícil (ya podría ser al revés, ya) e imaginad la tarde-noche de ayer. Encantador.

Al menos,hasta que todo lo que había bebido en las tres o cuatro horas anteriores salió por donde había entrado. Y no fue mucho, como mucho 300 ml. Pero hasta que salió, tela.

Lo bueno es que después me encontré mucho mejor y hasta pude acabarme (Un bueeeeeen rato después) la cena que había dejado a medias. Y hoy me he levantado sin ningún problema.

¿Qué hemos aprendido de esto? Que no hay ninguna prisa por beber. Que si tengo que pasarme una hora o dos sin beber, mejor,aunque mi cirujano insista en que me hidrate muy a menudo. Apenas salgo a la calle, así que no voy a deshidratarme al sol como una uva pasa. Que los alimentos hay que introducirlos poco a poco (El caldo va a tener que esperar un poco más) y que me lo tengo que tomar con más calma. Sí, aún más.

Otra cosa que quería recalcar es el tema de la higiene oral. Es tremendamente importante, tanto de los dientes como de la lengua. Sobre todo después de los batidos de proteínas, la boca se te queda pastosa y la lengua, como un zapato; si no te lavas la boca después, la sensación de sed es permanente y muy molesta, por no hablar del riesgo de caries. Un buen cepillado completo mejora mucho el bienestar entre las tomas y evita problemas de salud añadidos. Que con bastantes cosas está lidiando el cuerpo ya.

jueves, 21 de junio de 2012

Día +7: Feliz y desmetalizado cumpleaños

Que sí, que sólo se me ocurre a mí operarme justo antes de mi cumpleaños. Pero bueno, ya hice la conveniente fiesta hace dos semanas, así que tampoco puedo decir que me haya perdido nada, jejeje.

Hoy, revisión en el PAC y retirada de grapas. Por fin. Empezaban a llevarme por la calle de la amargura; cada vez que me sentaba o cambiaba de postura, se encargaban de recordarme que estaban allí. Aún noto dolores, pero nada que ver. Tengo las heridas muy bien, incluso la del drenaje, pero aún les queda algo de tiempo y mucha rosa mosqueta para estar presentables.

Ahora mismo, lo que más me molesta es estar un poco estreñida. Tampoco mucho, la verdad. Pero me habían insistido mucho en que probablemente presentaría diarreas causadas por los batidos de proteínas, y no me esperaba que ocurriese lo contrario. De momento, lo único que me han recomendado es paciencia y más líquidos (¿En serio? ¡Y cómo pretendan que beba más si tardo una hora en tomarme un vaso de agua!)

En fin, paciencia. Hoy me he librado de una cosa, ahora me queda liberarme al estilo Carmen Machi, pero sin yogures. Aún. Tiempo al tiempo.



PS: A partir de ahora, las entradas en este blog serán un poco más espaciadas. Primero porque es tontería escribir siempre "Dia X, sin novedad", y segundo, porque no tendré internet en casa durante unos días (Estoy escribiendo esto desde una plaza, cociéndome cual calamar en su tinta). No olvidaré este blog, y prometo registrar cualquier novedad. Quizá no tan a menudo, pero seguiré informando ;)

miércoles, 20 de junio de 2012

Día +6: todo el mundo quiere darme de comer

Día de reposo. Ya tocaba, reconozco que no estoy tomándome al pie de la letra lo de la convalecencia. Sigo un poco molesta con las grapas del abdomen (me las quitan mañana, con suerte). Tengo que darme aceite de rosa mosqueta por el vientre, porque además me han salido heriditas y ampollas del esparadrapo. Mira que he tenido cuidado, pero...

Por lo menos las molestias de la flebitis que tenía en la mano izquierda van remitiendo. Sabía que las flebitis eran dolorosas, pero no tanto. la próxima vez que un paciente me diga que le duele la vía, recordaré mi pobre mano casi inmovilizada.

Como hoy no tengo demasiado que contar, aprovecho el espacio y el tiempo libre para reflexionar. Ayer, mientras mi marido me llevaba en coche al hospital para entregar el parte de baja, iba en mi mundo cuando, por aburrimiento, me puse a contar todos los anuncios de comida, bebida, restaurantes, etc. que vi en el camino. y me quedé de piedra: Conté 22 diferentes.

Inciso: Vivo sólo a 5 Kilómetros del hospital en el que trabajo. Eso nos deja unos 4,5 anuncios por kilómetro, o lo que es lo mismo, un anuncio cada poco más de 200 metros. Toma ya.

Este es uno de los motivos por los que hay que pensarse muy mucho lo que se va a hacer, y una de las grandes ventajas de que este proceso sea tan largo. Hay que tener mucha fuerza de voluntad y mucha seguridad en lo que se está haciendo para soportar ese bombardeo publicitario. Yo no sé si volveré a comerme una hamburguesa alguna vez (probablemente, una entera no) o un trozo de pizza, y no ayuda si nada más salir a la calle ves anuncios de hamburgueserías, pizzarías, restaurantes, etc con sus enoooormes fotos de platos deliciosos. Y en la tele, ni os cuento. Otro día que me aburra contaré cuántos anuncios de helados están pasando ahora que llega el calor. os juro que, si a algún día me encuentro a Iniesta por la calle, le meto un helado por salva sea la parte. Palabra.

martes, 19 de junio de 2012

Día +5: Vasos fuera

Hoy no ha sido un día médicamente relevante. Lo único que he hecho relacionado con el postoperatorio ha sido ir a la farmacia a buscar jeringas de heparina y los batidos que durante el próximo mes constituirán casi mi único sustento, ya que se me habían acabado los que me dieron en el hospital. Por cierto, en cuanto a los batidos, si habéis llegado a este punto, os aviso de que los pidáis con tiempo; no los tienen en ninguna farmacia y hay que encargarlos. Suelen llegar a última hora del mismo día o primera hora del siguiente, no tendréis que esperar mucho; pero de todos modos, no vayáis cuando no os quede un solo batido en la nevera. Por si acaso. Yo he tenido suerte, pero me sé de alguno al que le ha tocado saltarse alguna comida. Y esto, a estas alturas, es peligroso.

La dieta se empieza a hacer dura ahora. No por el hambre, sigo sin tenerla y con un buche de batido o de zumo parece que te has comido un elefante; lo que me está empezando a hacer la puñeta es la sed. No sé si es que estoy deshidratada, hipoglucémica o qué; pero bebería zumos todo el santo día. Y si a eso sumamos que lo que más me apetece es beber a carrillos llenos, pero que como tome un sorbo un poco abundante ya el estómago te dice basta, da la impresión de que la sed no se te va nunca. Y el dulzor de los batidos tampoco ayuda. Yo recomiendo el agua o los zumos frescos, no muy fríos porque os darán retortijones, pero sobre todo el agua fresca quita mucho la sensación de garganta seca. Por esto no es una buena idea pasar esta primera época en pleno verano; el calor deshidrata y no ayuda mucho en el proceso global.

Un consejito que os doy es el de guardar bajo llave todos los vasos, tazas y tazones que tengáis por casa, para eliminar la tentación de meterse en el cuerpo un vaso de golpe Para beber, yo uso vasos de chupito, y mi marido se ha solidarizado conmigo y usa otro igual o bebe de la botella (Sí, le he dado permiso, bastante está haciendo ya el pobre). ¡¡Parecerá una tontería, pero eh, a estas alturas, hasta los trucos más tontos ayudan!!


lunes, 18 de junio de 2012

Día +4: Recomendaciones dietéticas.

Para hoy os dejo escaneadas las recomendaciones dietéticas que me dejaron los endocrinólogos sobre mi dieta a partir de anteayer.

Parece increíblemente duro, pero no lo es; al menos, no de momento. Sí que tengo que forzarme a beber agua, porque no tengo sensación de sed. Y el hambre... al menos de momento, ha pasado a la historia. 

¿sabéis lo único que echo de menos? ¡beberme un vaso de agua del tirón! supongo que tengo que tener paciencia. 

domingo, 17 de junio de 2012

Día +3: Así fueron las cosas y así os las he contado.

Bueno, ahora sí puedo decir que he sobrevivido a la intervención, ya estoy en casa... Ya soy casi la misma de siempre!!

Bueno, sí, casi.

Os resumo lo ocurrido estos 3 días. Ingresé en el hospital a la primera hora de la mañana, porque mi intervención estaba prevista a las 8 de la mañana. Como trabajo en ese mismo hospital y conozco a muchos compañeros de allí, el trato fue fantástico, aunque puedo constatar (y no es porque trabaje allí, en serio) que el trato a todos los pacientes que entraron conmigo fue impecable.

Nos pasaron a una sala de acogida en la que cambiarnos de ropa, en la que se explicó a las familias que estaríamos varias horas en reanimación y que no podrían vernos hasta media tarde (os parecerá una tontería, pero no os imagináis el estrés que causa en las familias el ver que pasan las horas y no sabes nada de la persona que están interviniendo. Parece mentira, pero se agradece que alguien se tome la molestia de explicar para qué sirve una Reanimación.

Pasamos al area de recepción quirúrgica, y los nervios ya sin control. Menos mal que me habían dado un sedante antes, en la sala de acogida... ¡Habría sido capaz de salir corriendo! Pero en fin, de allí, pasamos al quirófano. Debo decir que yo no recuerdo haber visto a mi cirujano, porque mi anestesiólogo, que me conoce desde hace varios años y sabe lo nerviosa que soy, se encargó de sedarme en seguida. Recuerdo que me pusieron la vía, que me aplicaron una mascarilla, que me dijeron "Respira 4 veces"... ¡y no recuerdo haber respirado la segunda vez!

me desperté en la reanimación, hecha una plitrafa pero sin recordar nada.Es la unidad en la que trabajo habitualmente, así que imaginaréis que se volcaron conmigo, Igual que con el resto de pacientes, pero con algo más de mimo, supongo. Se me ofreció incluso ponerme una anestesia epidural, pero yo la rechacé... sin saber que la anestesia PCA endovenosa que me pusieron me iba a hacer vomitar los higadillos...

(Inciso: Una PCA -Pacient controlled anaesthesia, creo que es la traducción en inglés- es un mecanismo mediante el cual es el propio paciente quien se administra sus analgésicos. Creedme, es mucho mejor que sentir dolor, llamar a la enfermera, que ésta llame al médico... Aquí le das a un botón y santas pascuas)

Bueno, a las 6 horas de la intervención me pasaron a planta. ahí realmente sólo lo he pasado mal la primera noche y fue por los vómitos. El resto del tiempo, aunque estaba muy cansada (como habréis deducido de mi entrada anterior) estuve genial. e incluso la misma tarde de ayer ya me dieron permiso para pasear por la planta, que es lo que más he hecho porque en la habitación me aburría horrores (Y eso que me tocó una compañera de habitación realmente encantadora).

El día siguiente a la intervención ya podía beber agua, y pasaron a verme los endocrinólogos, para darme las pautas de qué debía comer, o beber por el momento, y cuándo tenía que hacerlo. Me lo dejaron todo por escrito para asegurarse de que sabía cumplir las pautas, y me dejaron las próximas citas escritas.

Pensaba que me quedaría hasta mañana, al fin y al cabo hoy es domingo. Pero hoy he tenido la suerte de que mi cirujano estaba de guardia, y me ha visto tan bien que me ha dado el alta hoy. Ya véis, estoy escribiendo esto desde casita. Debo tomar analgésicos y antitrombóticos durante un mes, y además voy a tener que cambiar un par de costumbres. Pero eso os lo contaré mañana.

sábado, 16 de junio de 2012

Día +2 I will survive

Y estoy sobreviviendo, pero de momento ando muy cansada para escribir. En un par de días os pongo al corriente. Palabra.

miércoles, 13 de junio de 2012

Día -1: En capilla

Bien, por fin puedo decir que éste es el momento de la verdad: ¡Mañana es el gran día!

Hoy he tenido que realizar el último trámite: Me he pasado por el Banco de Sangre del hospital para que me tomen una muestra. Así tienen archivado mi grupo, Rh y otras particularidades de mi sangre, por si necesitase una transfusión. Aún no he visto ningún postoperatorio de sleeve gástrico en que se necesite sangre, pero... ¡Eh, si yo he de ser la primera, al menos que me pille preparada!

Esta noche, a dormir temprano, que mañana debo estar en el hospital a las 7,15 de la mañana y, si quiero ducharme, arreglarme, etc., debo levantarme a las 6.

La próxima vez que abra este blog, ya me habrán operado. Así que esperemos que esta no sea la última entrada. Toco madera.

martes, 12 de junio de 2012

Día -2: De qué estamos hablando


El Sleeve Gástrico es también denominado gastrectomía vertical, manga gástrica o tubo gástrico; es una alternativa para el manejo de la obesidad mórbida en los pacientes que no quieren someterse a cirugía mayor como lo son el Bypass y derivación bilio- pancreática.
Consiste en recortar el estomago hasta construir un tubo cuya capacidad es similar a la de un tercio de gaseosa.
La disminución de peso es excelente y en la actualidad tiene 4 años de seguimiento con resultados satisfactorios. Tiene la gran ventaja que al ser solo cirugía restrictiva sin intestino interpuesto o Bypass, el 95% de pacientes no requiere suplemento nutricional alguno, es decir no vitaminas, calcio, etc.
Es recomendado para los pacientes con las siguientes características:
  • Índice de masa corporal de 35 a 45 Kg/m2.
  • Pacientes de alto riesgo quirúrgico.
  • Pacientes con súper Obesidad (IMC > 60 Kg/m2) .
En los pacientes diabéticos se considera como segunda elección después del Bypass.


¿Por qué un Sleeve Gástrico?
El  Sleeve Gástrico no funciona solamente por el simple mecanismo restrictivo, sino que al igual que con el by pass gástrico, el procedimiento permite que laghrelina, hormona que regula el apetito, disminuya notoriamente, lo que ayuda a la persona a no tener tantas ganas y necesidad de estar comiendo.
Este procedimiento tiene muchas ventajas, entre las que destacan:
- Que la cirugía es laparoscópica, menos agresiva y con menor riesgo.
- Evita que dentro del estómago queden cuerpos extraños o aditivos especiales.
- No se altera la fisiología del estómago. Es decir sigue funcionando completa y normalmente.
- Se puede realizar en personas con un índice de masa corporal elevado o mayor de 35, tanto como en personas con un índice menor entre 30 y 35.
- Otra gran ventaja es que la persona come poco, no se atraganta y no tiene riesgos de que la comida se atasque porque no hay uniones o anastomosis, ya que funcionan normalmente los esfínteres naturales.
Otra gran ventaja, es que la recuperación es muy rápida, ya que se necesitan solamente dos de hospitalización y la persona puede iniciar su vida normal y laboral entre los 5 y 7 días después de la cirugía.

lunes, 11 de junio de 2012

Día -3: Los pasos previos

Antes de someterse a un Sleeve Gástrico, todo el mundo tiene que realizarse una serie de pruebas y controles para garantizar el éxito del intra y el postoperatorio.

Antes de explicároslas, una aclaración. Soy enfermera, y, aunque intentaré explicaros el proceso de manera lo más clara posible, es posible que se me escape algún tecnicismo. Si algo no se comprendiese, por favor mandadme un comentario y os lo explicaré con mucho gusto.

*Todo empieza en el despacho del médico y/o el enfermero de familia, quienes son los que, ante el historial clinico, antecedentes personales y familiares, seguimiento de parámetros como la tensión arterial, la glucemia y, por supuesto el peso, deben remitir al paciente al endocrinólogo para estudios más intensivos.

*El endocrinólogo solicita analíticas de sangre y orina más completas, para descartar otras causas de la obesidad, como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing (Es una una enfermedad provocada por el aumento de la hormona cortisol, segregada por las glándulas suprarrenales) . Una vez descartadas las alteraciones metabólicas y si el remedio farmacológico no fuese suficiente (Ahora se está utilizando el Orlistat, con el nombre de Xenical o Alli en España, como inhibidor de la absorción de lípidos por el organismo), se empieza a plantear realmente la posibilidad de una solución quirúrgica. Si la posibilidad se acepta, el endocrinólogo realiza un informe para los cirujanos y te remiten a ellos, aunque sigue controlando tu dieta mediante controles de peso periódicos (en mi caso, mensuales), charlas sobre educación nutricional y consultas periódicas de revisión y control.

*El caso se asigna directamente a un cirujano de la Unidad especializada en reducciones gástricas de cada hospital (en mi caso es la Unidad de cirugía bariátrica). Se revisa de nuevo el caso, y si no hay complicaciones,  te solicita una serie de pruebas. En mi caso, fueron:

  • Gastroscopia, para comprobar el estado de la mucosa gástrica y descartar la presencia de úlceras, erosiones o pequeños tumores. 
  • Ecografía abdominal, para descartar la presencia de masas en otras zonas del abdomen y la existencia de cálculos vesicales (esto es importante porque la cirugía dificulta enormemente la extirpación de la vesícula biliar en un futuro. En caso de que ya existan esos calculos, la cirugía no se suspende, pero debe valorarse la posibilidad de una colecistectomía en la misma intervención)
  • Evaluación psiquiátrica. Sí, tienes que pasar por el psiquiatra. La función de esta consulta es de criba;  los psiquiatras pertenecientes a las unidades de cirugía bariátrica de los hospitales deben discriminar al paciente mentalmente sano del que busca la cirugía como remedio para un trastorno psiquiátrico. Esto no quiere decir que los pacientes psiquiátricos no puedan ser intervenidos; sin embargo, estos pacientes deben recibir seguimiento especial. 
  • Evaluación cardiológica: En mi caso no se realizó, porque en mi hospital sólo se realiza a los mayores de 40 años. 
  • Evaluación neumológica: El neumólogo pedirá una Polisomnografía, una prueba en la que debes quedarte a dormir una noche en la Unidad del Sueño de un hospital, con la que buscará signos de Síndromes de apneas del sueño (La variante más grave de la típica enfermedad del roncador). En mi caso lo halló, por lo que ahora debo dormir con una CPAP, un aparato que envía aire de mi nariz a mis pulmones, lo que me impide roncar y me oxigena mejor por las noches. Por supuesto, eso no impide la cirugía, pero implica tomar medidas extra en el postoperatorio. 
  • *Evaluación anestésica. El motivo es obvio, tan importante es que se te realice una buena sutura... como salir vivo de la intervención. En la consulta de Preanestesia, el anestesiólogo te pide una analítica de sangre, una radiografía de tórax, un electrocardiograma y, si tienes algún problema de salud, la prueba complementaria que se considere necesario. 
Creo que no me dejo nada. Aunque como véis, son bastantes cosas. 

No es hasta que todo está visto y comprobado que se entra en la lista de espera. No es extraño que se tarde casi un año en realizar todas esas pruebas, y ahora mismo, en las Islas Baleares, donde vivo, la lista está en casi dos años. Desde luego, no es una idea a corto plazo. 

Y en este punto, con todo hecho y a la espera del quirófano, es donde estoy yo ahora. En 3 días, os cuento lo siguiente. 

domingo, 10 de junio de 2012

Día -4: Cómo me he metido en este lío

Antes de contar todos los pasos que me han llevado hasta aquí, me gustaría explicar un poco cómo he llegado a necesitar la cirugía.

Veréis, he estado gorda desde que yo recuerdo. Desde pequeña, he sido la típica niña gordita hija de padres gorditos, sobrina de tíos gorditos y nieta de abuelas gorditas (A mis abuelos no los llegué a conocer, pero gordos no estaban). Sumadle eso a mis gafas de culo de botella, a mis aparatos en los dientes y al hecho de que fuese buena estudiante... Vamos, que era la típica friki marginada en el instituto. Nunca llegaron a tratarme mal, pero amigos, lo que se dice amigos, nunca he tenido, salvo dos o tres compañeras.

No le echo la culpa a mi familia ni a mi vida social, entendedme. Sí que en casa se comía bien, pero fundamentalmente he llegado a este peso desde que vivo en mi propia casa. Y no porque tenga un problema metabólico, no. Estoy gorda porque como un montón, porque me encanta comer y porque no soy lo que se dice una deportista nata (vamos, que el sofá es el mueble más utilizado en mi casa).

De un tiempo a esta parte me muevo más, pero siempre he sido totalmente sedentaria. Mi marido y yo adoptamos un perro, entre otras cosas, para tener una excusa para salir a caminar y movernos un poco; por eso adoptamos a Kuro, nuestro perro (El nombre significa "Negro" en japonés, ambos admiramos mucho a Japón y su cultura, y Kuro era negro cuando lo adoptamos... aunque ahora ya no, jejejeje)

Así que las cosas como son, estoy en esto porque yo misma me lo he buscado, pero ya me he cansado de agotarme subiendo cuatro tramos de escaleras, y de no tener energía para nada. Tengo casi 34 años y soy hipertensa, y no quiero ser diabética dentro de uno o dos. Va siendo hora de cambiar. Me va la salud en ello.

sábado, 9 de junio de 2012

Día -5: Ésta soy yo

Como mandan las normas de buena educación, lo primero es presentarse.

Me llamo Mónica, cumpliré 34 años el día 21 de este mes y justo una semana antes, el día 14 (Es decir, dentro de 5 días) van a realizarme un sleeve gástrico. El motivo es bastante obvio: mido 159 centímetros y, a día de hoy, peso 128 Kilos.

La idea de este blog salió de una conversación con una amiga, que se pasó como media hora convenciéndome de que sería buena idea plasmar mi experiencia en la red, con la idea de que sirva de algo, tanto para mí como para la gente que duda en someterse a esta intervención. Como aún no me la he realizado, la idea es que lo plasme tanto si sale bien (eso espero) como si no, y así ser lo más sincera posible.

Si os soy sincera, no tengo yo muy claro lo del blog, pero lo prometí y, al menos, voy a intentarlo. Nini, esto va por ti.